This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.
El 29 de octubre [del 2019], una sección de oleoducto Keystone derramó el equivalente de la mitad de una piscina olímpica de petróleo lodoso en un humedal de Dakota del Norte. La limpieza está en marcha, pero los ecologistas indican que el residuo que deja este tipo de derrame petrolero podría perdurar en los humedales durante mucho tiempo.
“Hay una gran diferencia entre petróleo convencional y el petróleo que extraemos en la región de arenas bituminosas de Canadá” de donde proviene el petróleo de este derrame, dice Diane Orihel, profesora asistente de ecotoxicología acuática en la Universidad de Queens en Kingston, Ontario, Canadá.

El petróleo de arenas bituminosas que corre a través de la tubería desde Canadá “contiene un petróleo pesado llamado bitumen,” dijo. “Este bitumen es como la mantequilla de maní. Es difícil empujar la mantequilla de maní a través de una pajilla. Del mismo modo, es muy difícil empujar el bitumen a través de la tubería”. La industria mezcla este residuo lodoso con un gas más ligero, llamado diluyente, para que fluya a través de los ductos, “algo así como diluir una sopa que es demasiado espesa”.
La combinación de diluyente y bitumen es conocida como dilbit. Durante un derrame, “al principio, el dilbit flotará, pero conforme el diluyente… se expulsa hacia la atmósfera, el material pesado—es decir, el bitumen—se hunde”, dijo Orihel.
El investigador de derrames de petróleo Christopher Reddy, del Institución Oceanográfico Woods Hole en Woods Hole, Massachusetts, dijo que “este material es tan pegajoso, a falta de una palabra mejor, que lo hace manejable. Se pegará a cualquier cosa y de esa manera se puede eliminar con relativa rapidez”. La compañía responsable del derrame, TC Energy, recoge suelos y sedimentos empapados de petróleo del área afectada, que en esta instancia es medio acre de humedal.
“El objetivo final cuando se responde a un derrame de petróleo es siempre tratar de evitar que algo malo empeore”, dice Reddy. “Esas personas que toman las decisiones están decidiendo que remover el petróleo del sistema es más ventajoso que dejarlo allí”.
Recordando al Derrame del 2010
Este derrame de petróleo es similar a otro derrame que ocurrió en 2010, no el derrame de Deepwater Horizon en el Golfo de México, sino el a menudo eclipsado derrame del río Kalamazoo en Michigan. Mucho de lo que los investigadores saben sobre los efectos del bitumen en ambientes acuáticos se debe al estudio de ese evento o por experimentos de laboratorio.
“Mientras que los científicos estudiado los derrames de petróleo convencionales durante muchas décadas, el bitumen diluido como campo de estudio en ecotoxicología es muy reciente en comparación”, dijo Orihel.
Orihel aprendió de sus experimentos de laboratorio “que la ventana de tiempo para limpiar un derrame diluido en agua dulce es muy corta. Observamos que el bitumen rápidamente, es decir, en 24 horas, se volvió más denso y viscoso y, en consecuencia, se hundió. También observamos cambios en la abundancia y composición de especies de la cadena trófica inferior en respuesta a derrames experimentales de bitumen diluido”.
También midieron las concentraciones a las que el dilbit se vuelve letal para algunos microbios acuáticos, pero investigaciones sobre los efectos subletales y a largo plazo en organismos acuáticos complejos, son pocas, si es que hay, dijo Orihel.
A medida que el bitumen se seca, es menos probable que filtre químicos tóxicos al medio ambiente.
El equipo de Reddy ha estado trabajando en muestras tomadas del sitio de Kalamazoo. “Cuando ocurrió el derrame del río Kalamazoo en 2010, el agua estaba bastante alta, y de hecho dejó un anillo alrededor del cuello de un árbol. Hemos estado raspando el petróleo de la corteza del árbol y analizándolo”.
En los 9 años transcurridos desde el derrame de Kalamazoo, el bitumen creó una capa de hidrocarburo endurecido en la corteza. “Los compuestos que componen este material a medida que se desgasta realmente no tienen gran afinidad … para hacer otra cosa más que estar pegados al árbol”, dijo.
Es decir, a medida que el material se seca, es menos probable que se filtren químicos tóxicos al medio ambiente. “La persistencia en el medio ambiente no es necesariamente lo mismo que el daño potencial al medio ambiente”, agregó Reddy.
“Por otro lado, no estamos hablando del diluyente, que tiene compuestos que potencialmente tienen una mayor probabilidad de daño”, dijo. “También son los que tendrían más probabilidades de disolverse o de encontrarse preferentemente enriquecidos en agua … y también tienen mucho poder bioactivo que podría afectar la vida silvestre alrededor de esa área”.
Sin embargo, la toxicidad potencial del diluyente “debe ponerse en el contexto de quién estará allí para estar potencialmente expuesto y durante cuánto tiempo”, dijo Reddy. El derrame de 2019 ocurrió a unos 5 kilómetros al noroeste de Edinburg, Dakota del Norte, una ciudad con pocas granjas de menos de 200 personas.
No es el Primer Derrame
“La limpieza está progresando bastante bien”, dijo Karl Rockeman, director de calidad del agua del Departamento de Calidad Ambiental de Dakota del Norte. “Al [6 de noviembre], habían recuperado aproximadamente 6,000 barriles de petróleo”. TC Energy actualizó esta estimación de recuperación a 6,800 barriles, o alrededor del 75% del volumen total del derrame, el 7 de noviembre. Los equipos ahora están excavando la tubería dañada para investigar fuera del sitio cuál fue la causa de la fuga.
“Se ha implementado un monitoreo del aire y el agua, de manera cooperativa entre nosotros y la parte responsable”, dijo Rockeman. “Hasta la fecha, nada en el monitoreo nos ha mostrado algún impacto en la salud pública fuera del sitio. No muestra que el impacto del petróleo que se este moviendo fuera del sitio. Eso también es una muy buena noticia”.
“No entendemos completamente el daño que causa el bitumen diluido a los ecosistemas de humedales”.
Sin embargo, “no entendemos completamente el daño que causa el bitumen diluido a los ecosistemas de humedales”, dijo Orihel, por lo que es difícil saber si se ha producido un daño duradero en los humedales afectados a pesar del rápido tiempo de respuesta.
TC Energy estimó inicialmente que el oleoducto Keystone derramaría alrededor de 50 barriles cada 7 a 11 años. Este es el cuarto derrame en 9 años de la existencia del oleoducto, cada uno de los cuales ha derramado cientos o miles de barriles. El derrame de Edinburg ha amplificado las voces de pueblos indígenas, residentes afectados y activistas ambientales que continúan protestando por la expansión aprobada de Keystone XL.
—Kimberly M. S. Cartier (@AstroKimCartier), Escritora de Eos
This translation was made possible by a partnership with Planeteando. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando.
Text © 2019. AGU. CC BY-NC-ND 3.0
Except where otherwise noted, images are subject to copyright. Any reuse without express permission from the copyright owner is prohibited.
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