This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.
El 20 de enero 2021, la nueva administración del Presidente Joe Biden emitió una orden ejecutiva llamando a considerar nuevas regulaciones de metano en el sector del petróleo y gas. Regulaciones más estrictas podrían jugar un rol importante en la mitigación del cambio climático, ya que los Estados Unidos es el gran productor mundial de gas natural con una producción en constante aumento.
“El metano ahora está complementamente en la mira de los reguladores del clima”, dijo Durwood Zaelke, fundador y presidente del Instituto para la Gobernanza y Desarrollo Sostenible. Tales regulaciones son “una de las piezas más rápidas de mitigación del clima que permite ralentizar el calentamiento a corto plazo y evitar retroalimentación y puntos de inflexión”, dijo.
La orden ejecutiva de Biden llega justo días después del lanzamiento del reporte Methane Tracker publicado por la Agencia Internacional de Energía (IEA) el 18 de enero. “La acción reguladora para reducir emisiones de metano es más importante ahora que nunca … [Debido a que] el petróleo y gas continuarán siendo parte de las opciones energéticas en los años por venir, incluso en las transiciones rápidas a energía limpia, es crucial que la industria del petróleo y gas sea proactiva a la hora de limitar, de todas las maneras posibles, el impacto medioambiental de su suministro,” de acuerdo al reporte.
Comprendiendo las fugas de metano
Aunque el metano y el dióxido de carbono son ambos gases de efecto invernadero con fuentes de emisión naturales e industriales, sus emisiones industriales están asociadas con diferentes actividades humanas. Las emisiones de carbono están asociadas con la quema de combustibles fósiles en vehículos motorizados, en plantas de energía térmicas, y para cocinar. Casi cero emisiones de metano están asociadas con estas actividades, explicó Drew Shindell, Jefe del Panel Asesor Científico de la Coalición de Clima y Aire Limpio y profesor de ciencia climática en la Universidad de Duke.
“Los Estados Unidos tienen entre 2 y 3 veces más emisiones por barril de petróleo producido o por millón de metros cúbicos de gas [que Arabia Saudita].”
En cambio, las emisiones de metano fósil surgen predominantemente en forma de fugas accidentales a lo largo de la cadena de valor del petróleo y el gas durante la extracción, el procesamiento y el transporte. Respecto a los países más responsables de las emisiones de metano, el reporte Methane Tracker clasifica a Rusia y los Estados Unidos en los números 1 y 2, respectivamente.
“Países como Arabia Saudita tienen sistemas muy eficientes. Pero los Estados Unidos tienen entre 2 y 3 veces más emisiones por barril de petróleo producido o por millón de metros cúbicos de gas [que Arabia Saudita]”, dijo Shindell.
“Entonces, todo lo que realmente tenemos que hacer”, continuó, “es poner estas medidas adicionales bien entendidas para usar el gas [metano] y así mantener compresores, bombas, tuberías y tanques de almacenamiento como lo hace Arabia Saudita.… Canadá está haciendo un buen trabajo. Si más países controlaran sus sistemas de fugas, las emisiones se reducirían”.
Impacto del COVID-19
Las emisiones globales de metano en el sector de petróleo y gas cayeron un 10% en el 2020, de acuerdo al reporte Methane Tracker. Pero aunque la caída es buenas noticias, ésta se atribuye a la pandemia del COVID-19 en vez de los esfuerzos de la industria en controlar las fugas de metano.
La pandemia redujo radicalmente la demanda de gas natural entre los consumidores individuales y corporativos. Esta caída en la demanda desaceleró la producción en áreas con altas emisiones, incluyendo Libia, Venezuela, y las regiones de perforaciones de lutitas en los Estados Unidos.
“[En el 2020], hemos visto caídas en las emisiones de muchas cosas como el dióxido de carbono y en la contaminación del aire. Así que no es sorprendente que el metano haya caído también”, dijo Shindell.
Reforma industrial
Aunque “no hay ninguna razón real para pensar que la industria haya cambiado repentinamente sus prácticas de manera drástica”, dijo Shindell, controlar las fugas de metano está en el interés financiero a largo plazo de la industria.
“Toma una llave inglesa, ve a tu tubería, aprieta los equipos y terminarás con más gas natural para vender a tus clientes”, señaló Zaelke. “Contratar personas para tapar las fugas [de metano] también creará puestos de trabajo. Esta es una buena estrategia de empleo ahora que la atención se centra en cómo reconstruir la economía después de la crisis del COVID y es una buena estrategia climática”, agregó.
Los datos del reporte Methane Tracker respaldan esta conclusión. El gas natural se ve a menudo como un combustible puente, y es “vital que los tomadores de decisiones reconozcan las acciones para reducir el metano como un elemento fundamental de las transiciones energéticas” hacia las energías renovables, dice el reporte.
La orden ejecutiva de Biden proporciona un esquema amplio para reconsiderar las pautas de rendimiento y emisiones para metano y compuestos orgánicos volátiles, “incluidos los segmentos de exploración y producción, transmisión, procesamiento y almacenamiento, para septiembre de 2021”.
—Rishika Pardikar (@rishpardikar), Escritora Científica
This translation by Daniela Navarro-Perez (@DanJoNavarro) of @Geolatinas, with editing by Anthony Ramírez-Salazar (@Anthnyy), was made possible by a partnership with Planeteando. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando.