This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.
La contaminación del aire está ligada a más de 4 millones de muertes alrededor del mundo cada año, según la Organización Mundial de la Salud. Los contaminantes atmosféricos como los aerosoles o el ozono no sólo afectan a la salud humana, sino que también al clima global, aunque se quedan en la atmósfera por un tiempo significativamente menor que el dióxido de carbono. Su tiempo de vida atmosférico tan corto hace de los aerosoles, el ozono y del metano, también llamados forzadores climáticos de vida corta (SLCFs, por sus siglas en inglés), objetivos primarios para una mitigación rápida. Pero hasta ahora, había poco consenso en el impacto que la mitigación de los SLCF podría tener en el ambiente o en la salud humana.
En un nuevo estudio, Zheng y Unger usaron un modelo global del sistema Tierra para simular el impacto que una reducción de 50% de SLCFs tendría en muertes prematuras ligadas a la contaminación por PM2.5 (material particulado menor a 2.5 micrometros, que incluye sulfato, nitrato, carbono negro, carbono orgánico, arcilla y otras partículas) y a temperaturas globales medias de aire superficial. Los autores combinaron el modelo global químico-climático ModelE2 de la NASA con el modelo Interactivo de la Biosfera Terrestre de Yale, y analizaron los efectos atmosféricos de reducir los SLCF por sector, incluyendo el agrícola, el de residuos de quema agrícola, el doméstico, la industria, el de transporte, el de manejo de residuos y el de envíos.
El estudio muestra que los beneficios de la mitigación de SLCF varían por sector: por ejemplo, un 50% de reducción de emisiones en el sector energético tuvo el impacto más grande en la salud humana, evitando 4 millones de muertes en 20 años. Mientras tanto, desde la perspectiva climática, reducciones en los sectores doméstico, agrícola y de manejo de residuos fueron modestos (-0.085, -0.034 y -0.033 K, respectivamente). Por primera vez, el estudio muestra que la variabilidad controlada por el tiempo en los niveles de contaminación de aire tiene un rol importante en la evaluación de riesgos de la salud humana.
Aunque el estudio tiene incertidumbres sobre los impactos climáticos de los contaminantes de aerosol y la sensibilidad de las condiciones de la salud a exposición de contaminantes aéreos, este muestra perspectivas que podrían ayudar a los políticos a priorizar los esfuerzos de mitigación de SLFC. Reducir las emisiones en los sectores agrícola y doméstico, por ejemplo, podría tener los mayores beneficios tanto para la salud humana como para el clima. (GeoHealth, https://doi.org/10.1029/2021GH000422, 2021)
—Kate Wheeling, Escritora de ciencia
This translation by Anthony Ramírez-Salazar (@Anthnyy) and Edith Emilia Carriquiry Chequer (@eecarry) was made possible by a partnership with Planeteando. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando.
Text © 2021. AGU. CC BY-NC-ND 3.0
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