This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.
La arquitectura frecuentemente toma en cuenta al clima, los edificios con paredes anchas característicos del suroeste de los Estados Unidos, por ejemplo, son diseñados para mantener los espacios interiores fríos aún con temperaturas sofocantes. Ahora, investigadores han demostrado que pueblos antiguos adaptaron su arquitectura en respuesta al cambio climático. Con base en análisis arquitectónicos y registros meteorológicos, científicos proponen que el diseño de los techos en el norte de China cambió a lo largo de un milenio en respuesta a variaciones en las nevadas.
Un matrimonio en arquitectura y la ciencia atmosférica
Siyang Li, arqueóloga, y Ke Ding, científico atmosférico, ambos de la Universidad de Nanjing en China, se inspiraron a estudiar el vínculo entre el cambio climático y la arquitectura como una manera de combinar sus intereses de investigación. “Estábamos pensando en que podríamos hacer juntos” dice Ding, que está casado con Li.
Después de considerar diversos aspectos de la arquitectura tradicional china, Li, Ding y sus colaboradores decidieron enfocarse en los techos, específicamente sus pendientes. “La pendiente de un techo es muy fácil de comprender”, dijo Ding.
Debido a que la pendiente del techo, refleja la habilidad del edificio para deshacerse de la precipitación, esta podría exhibir una correlación con el cambio climático.
El equipo acumuló registros de aproximadamente 200 edificios de madera construídos en China del norte desde el siglo VIII al XVIII (desde la era media-tardía de la dinastía Tang hasta mediados de la dinastía Qing). Dicho lapso de tiempo fue dictado por limitantes: Era significativamente más difícil localizar mediciones de estructuras más viejas y edificios más nuevos tienden a incorporar materiales más fuertes, asegurando que su diseño sea menos influenciable por las condiciones climáticas. “Hoy en día, estamos usando más ladrillos y otros materiales”, dijo el miembro del equipo Aijun Ding, científico atmosférico en la Universidad de Nanjing.
Para cada edificio, los investigadores calcularon la proporción de la altura del techo con su tamaño. Ya que ese valor, la pendiente del techo, refleja la habilidad del edificio para deshacerse de la precipitación, probablemente pueda exhibir una correlación con el cambio climático a lo largo del milenio, el equipo conjeturó.
De temperatura a nevadas
Para inferir cómo era el clima en el norte de China en los siglos del VIII al XVIII, el equipo extrajo reconstrucciones paleoclimáticas publicadas. Esos datos proveyeron de estimaciones de las anomalías de temperatura, que el equipo entonces tradujo en estimaciones de nevadas al analizar registros recientes de nieve en China. “Investigamos la relación entre temperatura y nevadas durante los últimos 40 años”, dijo Aijun Ding. La metodología le permitió al equipo ubicar momentos en el pasado cuando las nevadas muy probablemente fueron extremas y, por ende, techos más empinados habrían sido más ventajosos.
Los investigadores encontraron que los techos del norte de China tendían a ser más empinados, en promedio, durante períodos más fríos. Dicho descubrimiento sugiere que la arquitectura china antigua estuvo influenciada por cambios climáticos, sugiere el equipo. Y las nevadas eran el motor primordial, en contrario a las lluvias, proponen los investigadores. Eso es debido a que las pendientes de los techos tendían a ser poco profundas en períodos más calientes, precisamente cuando está más mojado, dijo Ke Ding. “Si la pendiente del techo cambiara de acuerdo a las lluvias, sería más empinada en períodos más calientes”.
El equipo destacó el Templo Longmen, un complejo en la Provincia de Shanxi en el norte de China, que poseía diversos edificios que ejemplifican estos cambios inducidos por el clima. Tres de cuatro de los edificios principales con fechas de construcción bien conocidas siguen la tendencia predecida. “Es consistente con los cambios que vemos”, dijo Li.
Estos descubrimientos, publicados en Science Advances en septiembre, revelaron que las personas hace siglos deliberadamente alteraban sus prácticas arquitectónicas en respuesta a cambios climáticos, dijo Ke Ding. “Las personas se han adaptado al cambio climático por mucho tiempo”.
Más que hacer
Eso es alentador, dado al rápido cambio climático que el planeta está experimentando actualmente, pueblos en el pasado hicieron cambios y nosotros somos ciertamente capaces de hacer lo mismo ahora. Y ya hemos comenzado: conforme huracanes intensos se vuelven más comunes, estructuras costeras se están construyendo con estándares más estrictos, dijo Nicholas Rajkovich, arquitecto de la Universidad de Buffalo no involucrado con la investigación. “Existen nuevos códigos y estándares que se están implementando”.
Aún así, queda mucho más por hacer, dijo Rajkovich. “Los cambios que esperamos ver de aquí a los siguientes 30, 50, 70 años van a ser muy significativos. Me preocupa gravemente que muchos edificios no están listos para sobrellevar esos choques y estreses”.
—Katherine Kornei (@KatherineKornei), Escritora de ciencia
This translation by Edith Emilia Carriquiry Chequer (@eecarry) and Anthony Ramírez-Salazar (@Anthnyy) was made possible by a partnership with Planeteando. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando.