This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.
La migración más famosa del reino animal es sin duda la de los ñus. Cada año, alrededor de 1.2 millones de ungulados se abren camino a través del ecosistema del Serengeti en África. Investigadores tienen ahora pruebas preliminares de que la química del suelo también es un probable impulsor de esta migración sin precedentes, además de los patrones de precipitación.
Un Viaje Peligroso
Los ñus parecen vacas peludas con piernas largas y delgadas. “Se ven graciosos”, dijo Simon Kübler, un geocientífico de la Universidad Ludwig Maximilian de Munich. “Parecen una mezcla de varios animales.” La mayoría de la gente conoce a estos animales por los documentales de naturaleza que los muestran atravesando el río Mara, un peligroso cruce marcado por ahogamientos y cocodrilos hambrientos.
“El Serengueti es uno de los últimos grandes sistemas migratorios que nos quedan.”
Cada año, los animales viajan aproximadamente 500 kilómetros a través de amplias llanuras cubiertas de pastos cortos, así como a través de zonas boscosas y paisajes con pastos y arbustos mixtos. Siguen la ruta de sus antepasados, y ese movimiento merece ser estudiado, dijo Josephine Mahony, una científica ambiental de la Universidad de Oxford que no estuvo involucrada en la investigación. “La Tierra ha perdido muchos de sus ecosistemas migratorios con el tiempo. El Serengueti es uno de los últimos grandes sistemas migratorios que nos quedan”.
Los científicos a menudo han estudiado la migración de los ñus desde una perspectiva climática, pero rara vez desde el ángulo de la química de las rocas y la meteorología, dijo Kübler. Y lo que hay en el suelo podría tener una influencia significativa en los patrones de pastoreo de los animales porque los niveles de nutrientes del suelo modulan el crecimiento de la vegetación.

La Química del Serengueti
En octubre del año pasado, Kübler y tres colegas de instituciones alemanas y africanas se reunieron en el Parque Nacional del Serengueti en Tanzania. Comenzando en la parte sureste del parque, los investigadores pasaron 2 semanas en un Toyota Land Cruiser beige siguiendo la ruta migratoria de los ñus en el sentido de las agujas del reloj.
A lo largo del camino, Kübler y sus colaboradores recogieron muestras de rocas, suelo y vegetación. El objetivo, dijo Kübler, era obtener una “huella química” del paisaje. Esa huella permitiría al equipo determinar cómo factores como la geología, el vulcanismo y la actividad tectónica podrían estar afectando la química del suelo y la disponibilidad de nutrientes, que a su vez influyen en el crecimiento de la vegetación y, por lo tanto, en los patrones de migración.
La mayoría de las muestras todavía están esperando ser analizadas en un laboratorio en Arusha, Tanzania, dijo Kübler. Pero el equipo, representado por Eileen Eckmeier de la Universidad Ludwig Maximilian de Munich, presentó varios resultados preliminares en el evento EGU2020: Compartir las Geociencias en Línea, una serie virtual auspiciada por la Unión Europea de Geociencias.
Los investigadores encontraron que el sitio más al sur en el que se tomaron muestras -dentro de terrenos de pastoreo primaverales de los animales- se caracteriza por tener suelos enriquecidos por un volcán cercano. Ol Doinyo Lengai, ubicado aproximadamente 50 kilómetros al este del Parque Nacional del Serengueti, tiene un honor único entre los volcanes: produce un magma rico en sodio y calcio. (Esto es diferente a la mayoría de los otros volcanes, que arrojan magma rico en sílice).
La ceniza del Ol Doinyo Lengai llueve en la parte sureste del parque y esparce el calcio en el suelo, dijo Kübler. “Se pueden ver concreciones de carbonato de calcio en los suelos.”
“El sistema geológico que subyace al ecosistema podría ser estable durante períodos de tiempo más largos”
Este nutriente contribuye a la fertilidad del suelo, que a su vez promueve el crecimiento de la vegetación. El calcio también ayuda a los animales a desarrollar huesos fuertes. Probablemente no es una coincidencia que los ñus pasten aquí con sus crías, dijo Kübler. “Creemos que la actividad del Ol Doinyo Lengai, como fuente de calcio para la parte sureste del ecosistema, es crítica para mantener viva la migración”.
El siguiente sitio que el equipo visitó fue un lugar de pastoreo de transición donde los ñus pasan el otoño tardío y el invierno temprano. Los análisis químicos todavía están en marcha, pero “creemos que los niveles de nutrientes en los suelos [aquí] son probablemente los más bajos”, dijo Kübler. “Los ñus sólo pueden permanecer durante un tiempo limitado hasta que emigran más al norte”. La erosión inducida por el agua probablemente contribuye a la mala calidad del suelo en esta región, concluyó el equipo.
El tercer y último lugar que analizaron los científicos estaba cerca del límite más septentrional del parque, donde los ñus pasan el final del verano y el otoño temprano. La hipótesis del equipo es que debido a los altos niveles de precipitación en esta zona, las rocas experimentan más erosión química y esto libera nutrientes en el suelo, promoviendo el crecimiento de la vegetación. Además, hay una fuente de roca fresca porque hay actividad y levantamiento tectónicos cerca de esta parte del parque, dijo Kübler. “Los procesos tectónicos pueden exponer rocas frescas y no erosionadas”.
En el futuro, Kübler y sus colegas planean estudiar las escalas de tiempo en las que ocurren procesos geológicamente importantes como el vulcanismo y la actividad tectónica. “Las señales climáticas pueden estar activas en escalas de tiempo más cortas”, dijo Kübler. “El sistema geológico que subyace al ecosistema podría ser estable durante períodos de tiempo más largos”.
—Katherine Kornei (@KatherineKornei), Escritora de ciencia
This translation was made possible by a partnership with Planeteando. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando.
Citation:
Kornei, K. (2020), La geología y la química impulsan la migración animal en el Serengueti, Eos, 101, . Published on 11 December 2020.
Text © 2020. The authors. CC BY-NC-ND 3.0
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