Skewered meat and vegetables on a barbecue
Hinchas futboleros de Chile encienden parrilladas durante los partidos de fútbol, donde nuevos resultados revelan que baten récords de niveles de contaminación MP2.5. Crédito: Neredias. CC BY-SA 3.0

This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.

En el 2016, la selección nacional de fútbol de Chile ganó un campeonato contra Argentina en un tiempo extra que estuvo para comerse las uñas. Ese mismo día, los niveles de contaminación del aire se dispararon en la capital chilena. Ahora, los científicos han descubierto el porqué: Santiaguinos encendieron alrededor de 100,000 parrillas con carbón mientras miraban el partido por televisión, y la combustión de las parrilladas provocó niveles récord de contaminación por MP2,5 (MP2,5 describe al material particulado liberado a la atmósfera menor a 2,5 micrómetros.). Estos resultados sugieren que los días con mala calidad en el aire pueden predecirse considerando los eventos culturales de gran escala.

En Santiago, los niveles de MP2,5, que pueden ingresar a los pulmones e inhibir la respiración, algunas veces aumentan hasta volverse diez veces superiores al promedio durante algunas horas. Rémy Lapere, un químico atmosférico de la École Polytechnique en Palaiseau, Francia, recuerda haber modelado los datos de los niveles de MP2,5 en junio de 2016, cuando se encontró con dos picos de lectura. “No tenía idea de que existían”, mencionó.

No son los sospechosos habituales

Este hecho intrigó a Lapere y a sus colaboradores quienes rápidamente descartaron que los picos observados fueran provocados por alguna de las causas típicas. Los incendios forestales no fueron la causa —ningún incendio grande fue reportado: después de todo era invierno. Adicionalmente, la señal de contaminación fue fuertemente heterogénea entre las 11 estaciones meteorológicas de Santiago, pero un incendio importante debió haber enviado una pluma de humo sobre la ciudad—. El tráfico tampoco fue la causa —un aumento de emisiones de hasta diez veces hubiera implicado una gran perturbación de carreteras, y ninguna fue reportada durante los aumentos de niveles—. La calefacción doméstica, otro gran contribuyente a la contaminación MP2,5, también fue descartada— no hacía más frío de lo normal en esos días—, esto fue concluido por Lapere y sus colegas.

El equipo de investigación luego analizó las concentraciones de MP2,5, óxidos de nitrógeno (NOx) y monóxido de carbono (CO) durante esos aumentos y en otras ocasiones. Ellos encontraron que las relaciones de NOx/CO y NOx/ PM2.5 eran significativamente bajos durante los dos picos de aumento que durante las otras veces. Esto sugiere fuertemente la existencia de muchas fuentes de emisiones diferentes, concluyó el equipo.

“La huella química no cuadró”, dijo Lapere.

“Son los partidos de fútbol”

Lapere decidió contactar a un colega chileno para encontrar ideas. El científico, que resultó ser un fanático de los deportes, consultó las fechas de esos aumentos. Lapere supo de inmediato de qué se trataba: “¡Son los juegos de fútbol!”

Por supuesto, los partidos de fútbol en sí no producen las emisiones. Ellos son simplemente la motivación dentro de la tradición en la cultura chilena que crea contaminación.

Los chilenos tienden a celebrar los eventos, incluso partidos de fútbol importantes, con parrilladas, dijo Francisco Barraza, científico ambiental de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, no involucrado en esta investigación, quien adquirió sus grados de pregrado y posgrado en Chile. Los trozos de carne se cocinan durante varias horas sobre carbón, dice Barraza: “Es como poner a correr un autobús en tu jardín por tres horas”.

Los dos picos de aumento que encontraron Lapere y sus colaboradores (en los días 18-19 y 26-17 de junio del 2016) corresponden a los partidos televisados de la Copa América, un campeonato de fútbol Suramericano, que involucró a la selección nacional de Chile; México versus Chile en cuartos de final y Argentina versus Chile en la final del campeonato, respectivamente (Chile ganó, 4–2).

Para verificar que las parrilladas (asado en Chile) eran las culpables, Lapere y sus colegas extrajeron de publicaciones las proporciones de NOx /CO y NOx /MP2,5 asociadas con las parrilladas. Ellos encontraron valores consistentes con sus medidas durante los eventos de niveles altos.

Cien mil parrilladas

Una semana antes de la final entre Argentina y Chile, los santiaguinos fueron encuestados sobre sus hábitos en días de partidos, y el 29% indicó que hacen parrilladas durante el partido. Asumiendo que las parrilladas involucren a unos siete adultos, esto se traduce en alrededor de 100,000 parrilladas, estimación de Lapere y sus colaboradores. Los investigadores modelaron las emisiones de MP2,5 de 100,000 parrilladas y compararon sus simulaciones con los datos del 26 y 27 de junio.

“La simulación reprodujo las observaciones apropiadamente”, dijo Lapere. En otras palabras, los datos meteorológicos fueron consistentes con las emisiones de alrededor de 100,000 barbacoas, concluyeron los científicos. Estos resultados fueron publicados en abril en la revista Atmospheric Chemistry and Physics.

Los eventos culturales en otros países han demostrado también estar asociados a los aumentos de contaminación. Por ejemplo, el Oktoberfest en Munich, Alemania, es una fuente importante de metano, e investigadores han medido los aumentos de niveles de MP2,5 después de las celebraciones del Festival de las Linternas en Beijing.

— Katherine Kornei (@KatherineKornei), Escritora de Ciencias

This translation was made possible by a partnership with Planeteando. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando. Traducción Daniela Navarro (@DanJoNavarro) de @GeoLatinas y Edición de Alejandra Ramírez de los Santos (@alerasant).

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