Fotografía de un plastiglomerado, una roca hecha por piezas de basura y otros detritos naturales. Este ejemplo incluye piezas blancas, verdes y una cuerda amarilla mezclados con sedimento.
Un plastiglomerado de Kamilo Beach en Hawai se exhibe en el Museo de La Haya, Países Bajos. Los plastiglomerados son solo uno de varios ejemplos de la colisión entre los procesos geológicos y la industrialización. Crédito: Aaikevanoord/Wikimedia, CC BY-SA 4.0

This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.

En el fondo del lago Crawford en Ontario, Canadá, año tras año se acumulan capas prístinas de sedimento fino. Debido a que el lago es pequeño y tranquilo, las corrientes del fondo no arrastran el sedimento, ni la vida lacustre atraviesa las laminaciones. Cada capa, llamada varva, representa un registro anual de cualquier alboroto (o falta de él) que afecte las aguas del lago, remontándose casi 1000 años en el pasado.

“El Antropoceno de una persona no es el Antropoceno de otra persona”.

En núcleos de sedimentos extraídos cuidadosamente del lago, los científicos pueden ver rastros de la actividad hortícola iroquesa que data de al menos 750 años, y evidencia de colonos europeos invasores a mediados del siglo XIX, dijo el paleobiólogo de la Universidad de Leicester, Jan Zalasiewicz. En las capas superiores seleccionadas por el lago, científicos pueden buscar sistemáticamente signos de plutonio, cesio, radiocarbono, cenizas volantes y microplásticos. Tales señales podrían indicar el comienzo del Antropoceno, una adición propuesta a la escala de tiempo geológica la cual es regulada por la Comisión Internacional de Estratigrafía (ICS, por sus siglas en inglés).

La idea del Antropoceno, presentada por el científico atmosférico Paul Crutzen en una conferencia en México en 2000, expresa el profundo impacto de la humanidad en el planeta y señala el fin de la época del Holoceno, que comenzó hace 11,700 años. Debido a que el Antropoceno es el resultado de la intersección del mundo natural y la sociedad humana, el término ha sido adoptado por numerosas comunidades académicas, incluidas las de arqueología, filosofía e incluso de derecho internacional.

En un artículo reciente, Zalasiewicz, presidente de la Subcomisión de Estratigrafía Cuaternaria (SQS, por sus siglas en inglés) de la ICS, y un cuerpo de colegas en campos que van desde la historia hasta la ciencia del suelo, exploraron lo que significa el Antropoceno para los diversos grupos que usan el término. “El Antropoceno de una persona no es el Antropoceno de otra persona”, dijo Zalasiewicz, “y si la diferencia entre los significados es demasiado amplia, siempre existe la posibilidad de confusión”.

Identificando la zona cero

Para definir una nueva unidad de tiempo geológico, los científicos deben encontrar una señal sincrónica y globalmente identificable. Por ejemplo, al final del Cretácico, un asteroide se estrelló contra lo que ahora es la península de Yucatán en el Golfo de México, diezmando dinosaurios no aviares y otras innumerables especies. El impactador extraterrestre arrojó gas y cenizas a la atmósfera y dejó una capa rica en iridio distribuida globalmente que hoy define formalmente el límite entre el Cretácico y el Paleógeno.

Sin embargo, encontrar la base del Antropoceno ha sido “un proceso largo y complicado”, dijo Zalasiewicz, en parte porque el Grupo de Trabajo del Antropoceno de la SQS se centró originalmente en una cortina de humo: el comienzo de la Revolución Industrial, alrededor de 1800. Más recientemente, el grupo ha encontrado promesas en la Gran Aceleración de la década de 1950, definida por un aumento en numerosas medidas de la actividad humana. Las capas más recientes del registro geológico contienen varias señales de origen humano, como radionucleidos producidos a partir de pruebas nucleares sobre el suelo, plásticos entremezclados con sedimentos y finas partículas de combustión de carbón llamadas cenizas volantes. Aunque no son tradicionalmente geológicas, estas características pueden tratarse como ingredientes geológicos de los estratos, dijo Zalasiewicz.

Para encontrar el mejor candidato posible para la legendaria espiga dorada en caso de que el Antropoceno se defina formalmente, “hay un filtro inicial bastante grande”, explicó Zalasiewicz. El grupo de la SQS está estudiando una docena de candidatos, incluidos esqueletos de coral, núcleos de hielo antártico, turberas y, por supuesto, sedimentos de lagos. Capa por capa, la búsqueda de contenido de plutonio, señales de radiocarbono y otras firmas geológicas formarán los ladrillos para construir descripciones de cada candidato. El sitio más robusto con la base de datos más sólida se recomendará como la localidad que marque el cambio del Holoceno al Antropoceno, dijo Zalasiewicz.

Llevando la carga

Algunos geólogos sostienen que el Antropoceno debería seguir siendo un término informal, dijo Dipesh Chakrabarty, un historiador de la Universidad de Chicago que no participó en la revisión reciente. Por ejemplo, el manejo del fuego por parte de los homínidos marca la primera vez que una especie biológica tenía más energía disponible de la que podría producir por sí sola. Alternativamente, la transición de la caza y la recolección a la producción agrícola de alimentos denota un cambio sorprendente en la basura socialmente producida.

Además de estos ejemplos, algunos académicos desean “conectar el comienzo [del Antropoceno] con la expansión europea y [la] muerte de cientos de miles de personas en América Latina”, dijo Chakrabarty, porque “quieren encontrar un origen político”. Los defensores de estas definiciones políticas sugieren varios acrónimos que reflejan el papel del colonialismo en la industrialización, incluidos términos como Capitaloceno, Econoceno o incluso Plantationoceno. Antropo- implica que todos los seres humanos han sido igualmente responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero “las personas privilegiadas emiten más emisiones, [y] el impacto negativo del cambio climático caerá de manera desigual en el mundo”, explicó Chakrabarty, posiblemente haciendo que el término sea engañoso, según en el contexto.

“Ese término ‘Antropoceno’ no tiene por qué llevar la carga de señalar [sus] factores causales”

Además, los no geólogos pueden no reconocer que “el nombre de un período de tiempo geológico no tiene por qué explicar por qué se produjo ese período”, dijo Chakrabarty. “Ese término ‘Antropoceno’ no tiene por qué llevar la carga de señalar [sus] factores causales”.

De hecho, Zalasiewicz y sus colegas, varios de los cuales no son geólogos, quieren “fomentar el intercambio entre diferentes disciplinas al mismo tiempo que hacen que la claridad de la comunicación sea lo más precisa posible”. Sugieren que si el Antropoceno se convierte en una unidad formal de tiempo geológico, otros grupos podrían usar términos alternativos, similar a cómo las diferentes comunidades usan los términos Pleistoceno y Paleolítico para un período de tiempo aproximadamente contemporáneo. (El primero denota un período de tiempo geológico correspondiente al episodio más reciente de glaciaciones, mientras que el segundo denota un período de tiempo antropológico correspondiente al uso humano de herramientas de piedra).

“Si [el Antropoceno] se ratifica”, dijo Chakrabarty,” sería genial, pero para alguien que está tratando de pensar en la historia de la humanidad … estoy profundamente interesado en la situación “. Esa situación es la registrada por los corales amenazados, el calentamiento del hielo y los sedimentos del lago Crawford, cargados de evidencia de los excesos de la humanidad.

—Alka Tripathy-Lang (@DrAlkaTrip), Escritora de ciencia

This translation by Mauro González Vega (@MGonVe) was made possible by a partnership withPlaneteando. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando.

Text © 2021. The authors. CC BY-NC-ND 3.0
Except where otherwise noted, images are subject to copyright. Any reuse without express permission from the copyright owner is prohibited.