Acantilados grises y beige a la izquierda con vistas a un océano azul a la derecha.
Movimientos de la corteza terrestre no son el único factor enla forma de la topografía de la Tierra. Crédito: Nachoman-au via Wikimedia Commons, CC BY-SA 3.0
Source: Journal of Geophysical Research: Solid Earth

This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.

El movimiento de las placas tectónicas da forma a las características rocosas de la superficie de la Tierra. La convergencia de las placas puede formar cordilleras o fosas oceánicas, y su divergencia puede formar dorsales oceánicas. Pero no son sólo las propias placas las que influyen en la topografía de la Tierra. La capa mantélica subyacente ejerce su propia influencia sutil, la cual puede ser vista incluso lugares alejados de los bordes de las placas tectónicas, y es denominado como topografía residual.

Para entender mejor cómo el manto afecta la topografía, Stephenson et al., basándose en trabajos previos enfocados en los océanos, crearon dos nuevos conjuntos de datos. Uno recopiló 26,725 mediciones de grosores de corteza alrededor del mundo, la más larga base de datos de este tipo a la fecha, junto con estimaciones de velocidad sísmica. La otra, contiene análisis de laboratorio de velocidades sísmicas en función de la temperatura, densidad, y presión. Juntas esas mediciones ayudaron a esclarecer las influencias de la corteza terrestre en la topografía desde las influencias del manto para identificar la topografía residual.

Los Investigadores encontraron estas diferencias en la temperatura y la estructura química del manto que pueden provocar hinchamientos y cuencas en el paisaje distintos a los que se forman en los bordes de la tectónica de placas. Estas características pueden subir o bajar hasta 2 kilómetros y extenderse por cientos a miles de kilómetros—todo en el interior de las placas. Algunos de los levantamientos más altos (cerca de 2 kilómetros), las cuales se piensa que corresponden a lugares donde el manto está particularmente caliente, pueden encontrarse en la región de Afar–Yemen–Mar Rojo, al oeste de Norte América, e Islandia. Algunas de las cuencas más profundas (a más de 1.5 kilómetros de profundidad), donde el manto se piensa que está más frío, están en zonas cerca de los mares Black, Caspian, y Aral, así como en el Llano del Este Europeo. Este patrón de marejadas y cuencas pueden controlar–en algún punto–las zonas donde ocurren erosión significativa y depósitos sedimentarios.

Estas características topográficas pueden desarrollarse lentamente durante millones de años, sin embargo, ellas controlan procesos geológicos importantes. Según los investigadores, estos descubrimientos podrían ayudar a explicar la existencia de magmatismo encontrado lejos de los límites de las placas. Ellos además, podrían ayudar a los científicos a entender los vagos efectos del flujo en el manto de la superficie de la Tierra, a través, del tiempo geológico (Journal of Geophysical Research: Solid Earth, https://doi.org/10.1029/2023JB026735, 2024)

—Rachel Fritts, Escritora de ciencia

This translation by Isis Pizarro Brito was made possible by a partnership with Planeteando and GeoLatinas. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando y GeoLatinas.

Text © 2024. AGU. CC BY-NC-ND 3.0
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