Imagen de satélite de un paisaje café y gris con colinas y cerros.
El astromóvil (rover) Perseverance de la NASA actualmente está explorando el cráter Jezero (mostrado aquí) con un conjunto de instrumentos científicos diseñados para detectar signos de vida antigua. Crédito: ESA/DLR/FU-Berlin

This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.

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Muchas características en la superficie de Marte se parecen a las características que tenemos en la Tierra, desde imponentes volcanes pasando por afloramientos de roca erosionados y hasta claros rastros de lagos y lechos de ríos secos. Las similitudes han llevado a muchos, incluida la notable rareza espacial David Bowie, a preguntarse: ¿hay vida en Marte?

Aunque los módulos de aterrizaje robóticos han encontrado evidencia de agua y moléculas orgánicas, la respuesta hasta ahora parece ser no. Sin embargo, un estudio publicado en Nature Communications puede dar motivos para esperar que el problema no se resuelva. Los investigadores demostraron que incluso con el equipo de laboratorio más avanzado que tenemos, es difícil identificar vida en la Tierra, y mucho menos en otro planeta.

“Será más difícil de lo esperado encontrar evidencia de vida en Marte con la generación actual de instrumentos que estamos enviando”, dijo Armando Azua-Bustos, microbiólogo de la Universidad Saint Louis de Madrid en España y autor principal del estudio.

Vista de un cuerpo de roca estratificado de color rojo con una planicie arenosa al centro.
No, esto no es Marte. El sitio del delta aluvial Red Stone en el desierto de Atacama de Chile se parece mucho al borde del cráter Jezero en Marte. Crédito: Armando Azua-Bustos

Azua-Bustos y sus colaboradores concluyeron esto a partir de experimentos realizados en la región de Piedra Roja del Desierto de Atacama en Chile. Como el desierto más antiguo y seco del planeta, Atacama se cita con frecuencia como el análogo terrestre más cercano a Marte. La región de Piedra Roja es un delta aluvial antiguo (entre 100 y 163 millones de años) que tiene fuertes similitudes geológicas con el delta de 3,500 millones de años en el borde del cráter Jezero en Marte, donde el astromóvil (rover) Perseverance de la NASA ahora está recolectando muestras.

Una foto de una colina roja con una cima plana al fondo con rocas sobre en un paisaje al frente.
El astromóvil (rover) Perseverance tomó una foto de un acantilado conocido como “Scarp a” en el cráter Jezero. Crédito: NASA/JPL-Caltech/ASU/MSSS

El equipo correcto

En la práctica, la búsqueda de vida implica experimentos químicos, como la cromatografía de gases-espectrometría de masas (GCMS, por sus siglás en inglés), en los que las muestras de suelo marciano se vaporizan y sus componentes se analizan en busca de moléculas orgánicas o sustancias químicas que se sabe que son enemigas de la vida conocida. Muchas misiones planetarias han llevado instrumentos GCMS, incluidos los módulos de aterrizaje Viking en Marte en la década de 1970, el orbitador Cassini Saturno, que encontró moléculas orgánicas en chorros de agua de la luna Encelado, y los astromóviles (rovers) marcianos actualmente en funcionamiento, Curiosity y Perseverance.

A rectangular, gold colored, metal box with tubes and instruments
El instrumento Sample Analysis at Mars (SAM) dentro del astromóvil (rover) Curiosity incluye un cromatógrafo de gases-espectrómetro de masas, que analiza los suelos recolectados de la superficie. Crédito: NASA-GSFC

Azua-Bustos y sus colegas utilizaron GCMS, secuenciación de ADN/ARN y microscopios ópticos para buscar evidencia de microorganismos vivos y fósiles en las rocas de Piedra Roja. El GCMS que usaron era más sensible que cualquier cosa llevada en las misiones a Marte, pero aún así solo detectó rastros de evidencia de vida.

Además, la secuenciación genética, la cual los módulos de aterrizaje de Marte actuales no son capaces de hacer, no pudo identificar el 9% de los organismos en absoluto y solo pudo hacer clasificaciones amplias para un 40% adicional de las muestras. Los investigadores se refirieron a estos organismos no identificados como el microbioma oscuro, que puede ser análogo a cualquier vida marciana que los científicos puedan encontrar, si es que se parece a la vida terrestre.

Amy Williams, una geoquímica orgánica de la Universidad de Florida que no participó en el estudio, dijo que las futuras misiones planetarias necesitarían enfoques más amplios como los utilizados en el sitio de Piedra Roja. “El siguiente paso es hacer una extracción en muestras [marcianas] para extraer los compuestos orgánicos y concentrarlos”, dijo. “Eso es lo que hacemos en la Tierra con muestras muy magras que no contienen muchos compuestos orgánicos”.

Una foto de un paisaje llano y rojo con montañas al fondo. Las huellas de los neumáticos son visibles en la tierra. Se puede ver un pequeño tubo blanco entre dos pistas.
El astromóvil (rover) Perseverance de la NASA está dejando un rastro de tubos de muestra en la superficie marciana para una futura misión de recolección y regreso a la Tierra. Crédito: NASA/JPL-Caltech/ASU/MSSS

Para mí, la forma más fácil es ver algo arrastrándose, pero probablemente ese no sea el caso.

Tanto Azua-Bustos como Williams, que trabajan en el astromóvil (rover) Curiosity y en el diseño del Mars Life Explorer, enfatizaron la necesidad de traer muestras marcianas a la Tierra para su análisis porque los laboratorios aquí siempre serán más avanzados que cualquier cosa que podamos enviar en una nave espacial.

Incluso confirmar microbios fósiles en la Tierra es complicado, señaló Azua-Bustos. “Esperaría que sea aún más difícil ver algo en Marte, dado el entorno extremo”, dijo. “Para mí, la forma más fácil es ver algo arrastrándose, pero probablemente ese no sea el caso”.

—Matthew R. Francis (@DrMRFrancis), Escritor de ciencia

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