This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.
A principios de 1990, la tecnología de la agricultura cubana dio un vuelco a medida que proliferaban las prácticas orgánicas a pequeña escala después de la caída de la Unión Soviética. Y ahora, solo 3 décadas después, un grupo internacional de investigadores ha encontrado que la química de los ríos del país es un reflejo de la adopción de estas prácticas sustentables.
El agua de los ríos cubanos tiene muy altos niveles de cationes y aniones que son liberados por la erosión de las rocas, la cual es un proceso natural, y relativamente bajos niveles de nutrientes relacionados con la escorrentía de fertilizantes. Esa es una muy buena noticia para prevenir los brotes de algas nocivas en los arrecifes de coral de Cuba, que representan una fuente importante de ingresos provenientes del turismo para la nación más grande y popular del Caribe, sugieren los investigadores.
Si Tienes Minivan, Podrás Viajar
En agosto de 2018, Paul Bierman, geólogo de la Universidad de Vermont en Burlington y sus colegas, se reunieron en el centro de Cuba. El grupo incluyó a científicos y técnicos de diferentes instituciones cubanas y estadounidenses.
Biólogos, geólogos, y físicos trabajaron en equipo durante el trabajo de campo, dijo Alejandro García Moya, miembro del equipo y científico de la Tierra del Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos en Cuba. “Tuvimos la oportunidad como científicos de compartir nuestra experiencia y conocimiento con personas con diferentes perspectivas científicas y de investigación”.
“No se puede exportar material de Cuba sin llenar una buena cantidad de documentación que haya sido previamente firmada, estampada y aprobada”.
El equipo viajó en dos minivans amarillas y visitó 25 ríos en el centro de Cuba, yendo por lo general a dos o tres sitios por día. En cada sitio de estudio los científicos midieron el oxígeno disuelto, temperatura, pH, y conductividad del agua de río. También tomaron muestras de agua y de sedimentos del río, fotografiaron el área y tomaron las coordenadas geográficas de la región usando un GPS.
Bierman y sus colaboradores enviaron refrigeradores con las muestras de agua y sedimentos a diferentes laboratorios en Estados Unidos. Este proceso involucró mucha logística, dijo Bierman. “No se puede exportar material de Cuba sin llenar una buena cantidad de documentación que haya sido previamente firmada, estampada y aprobada”. Pero el proceso valió la pena, dijo, porque los científicos en Estados Unidos estaban ansiosos por comenzar a trabajar con las muestras cubanas. “Hemos hecho ya una gran cantidad de ciencia”.
Meteorización en la Superficie
Los investigadores encontraron que los ríos del centro de Cuba contenían grandes cargas de sólidos disueltos producidos por la meteorización química de las rocas. Usando estimaciones de precipitación y escorrentía, Bierman y sus colegas calcularon que, en promedio, cerca de 160 toneladas de roca por kilómetro cuadrado de tierra estaban siendo transportadas río abajo cada año debido a la meteorización química. “Eso prueba la cantidad de masa que se está removiendo”, dijo Bierman. Esa tasa es comparable con la tasa de otros ambientes tropicales y se encuentra en el 25% superior de las tasas a nivel mundial, concluyó el equipo.
Además, los sólidos disueltos tendían a correlacionarse con el tipo de roca circundante, mostraron los científicos. Esa relación es sorprendente, sugiere el equipo, porque implica que el agua de río está en contacto directo con la roca resistente a la intemperie (en climas tropicales como el de Cuba, la meteorización química debería ocurrir muy por debajo de la superficie). Una explicación que propone Bierman y sus colegas, es que el levantamiento tectónico en Cuba (la isla está ubicada en el límite de las placas Norteamericana y la del Caribe) provee un constante suministro de roca fresca que es continuamente incidida por los ríos y disuelta por el agua subterránea.
Cuidado con los Afloramientos
“Las cargas de nitratos y fosfatos que salen de Cuba son mucho menores que las vertidas por el Río Mississippi”.
Los investigadores también mostraron que las aguas de Cuba tendían a contener relativamente bajos niveles de nutrientes asociados a fertilizantes, así como nitratos y fosfatos. “Las cargas de nitratos y fosfatos que salen de Cuba son mucho menores que las vertidas por el Río Mississippi”, dijo Bierman. Eso tiene sentido, dijo, porque el uso de fertilizante por área normalizada en Cuba es casi la mitad que en Estados Unidos. “Nosotros usamos mucho más fertilizantes que los cubanos”.
Estos resultados fueron publicados en enero en GSA Today.
Cuba está lejos de ser una nación autosuficiente—aún importa cerca del 70% de los alimentos que necesitan sus ciudadanos—pero sus prácticas agrícolas están un paso adelante en la dirección correcta desde el punto de vista ecológico, dijo Bierman. Están evitando los efectos adversos de la escorrentía de fertilizantes, para empezar. Cuando nutrientes como el nitrógeno se acumulan en el agua, pueden desencadenar afloramientos algales perjudiciales, los cuales pueden producir toxinas y literalmente ahogar otras formas de vida. En el Golfo de México, por ejemplo, hay una gran zona muerta con poco oxígeno, causada por la eutrofización.
Las escorrentías de nitrógeno son un gran problema para muchos arrecifes de coral alrededor del mundo, pero Cuba parece haber evitado un destino similar para sus arrecifes, dijo Daria Siciliano, ecóloga marina de la Universidad de San Francisco que no participó en la investigación. Estos resultados son “muy valiosos” porque proveen una explicación de aguas arriba que se relacionan con la salud de los arrecifes de coral de Cuba, dijo.
Bierman y sus colegas estadounidenses planean regresar a Cuba en agosto para tomar muestras de ríos en otras partes del país. Es un “desafío y una gran oportunidad” trabajar en un lugar tan poco estudiado por los investigadores estadounidenses, dijo Bierman. Espera continuar fortaleciendo las colaboraciones con los científicos de Cuba. “Los puentes que hemos construido para la ciencia se han adelantado mucho a lo que está sucediendo políticamente entre nuestros dos gobiernos”.
—Katherine Kornei (@KatherineKornei), Escritora de ciencias
This translation was made possible by a partnership with Planeteando. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando.
Text © 2020. AGU. CC BY-NC-ND 3.0
Except where otherwise noted, images are subject to copyright. Any reuse without express permission from the copyright owner is prohibited.
Text © 2020. AGU. CC BY-NC-ND 3.0
Except where otherwise noted, images are subject to copyright. Any reuse without express permission from the copyright owner is prohibited.