Andrew Pietruczka ayuda a guiar al piloto de un vehículo operado remotamente que explora sitios submarinos que podrían contener restos de aeronaves de la Segunda Guerra Mundial. Andrew y el piloto miran hacía un arreglo de monitores con información e imágenes enviadas por el vehículo.
A bordo del R/V Kilo Moana, Andrew Pietruczka guía al piloto de un vehículo operado a control remoto (ROV, sigla en inglés) explorar sitios que podrían contener restos de aviones de la Segunda Guerra Mundial. La pantalla da ver transmisión en vivo de las cameras además de información sobre la profundidad y tono del ROV. Créditos: Kyle Palmer, MARE.

This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.

Mas de 72,000 estadounidenses que sirvieron durante la Segunda Guerra Mundial (GMII) quedaron sin ser contabilizados, y más de la mitad se presume que fueron perdidos en el mar. El gobierno de los EE.UU. ha investigado sitios de la batalla de la GMII durante los últimos 70 años para encontrar evidencia sobre los desaparecidos en combate (MIA, por las siglas en inglés); pero han tenido muchas dificultades, particularmente cuando se trata de explorar sitios estratégicos en el fondo marino. Avances recientes en los vehículos submarinos autónomos (VSAs) y tecnologías de imágenes submarinas han hecho posible la investigación de localidades más profundas y desafiantes del océano para potencialmente encontrar respuestas en escombros, una tarea que históricamente ha recaído en los buceadores.

En marzo, un grupo de investigación de los EE.UU. que incluía oceanógrafos y arqueólogos forenses completaron una misión de dos semanas para buscar aviones que cayeron en el noroeste del océano pacífico en 1945. El grupo encontró dos sitios de colisión.

“Hay muchas preguntas sin respuesta a lo largo de las generaciones. Entonces la habilidad de poder identificar sitios de colisión nos ayuda rendir homenaje a los que nos precedieron.”

“Hay muchas preguntas sin respuesta a lo largo de las generaciones.  Entonces la habilidad de poder identificar sitios de colisión nos ayuda rendir homenaje a los que nos precedieron”, dice Eric Terrill, un investigador del Instituto Scripps  de Oceanografía y cofundador del Proyecto Recover.

Lanzado en 2012, el Proyecto Recover es una colaboración entre Scripps (una división de la Universidad de California, San Diego (UCSD, por sus siglas en inglés)) y la Universidad de Delaware. Fue una expansión de un proyecto creado anteriormente por el científico Pat Scannon y esta combinación de esfuerzos ha localizado más de 50 naves aeronáuticas asociadas con 185 estadounidenses perdidos.

En busca de superfortalezas

Tinian, una de las Islas Marianas del Norte, fue incautada por las fuerzas Aliadas en 1944 y usada como base de bombardeo de largo alcance de aeronaves contra Japón, localizada a 2,000 kilómetros (alrededor de 1,243 millas) al norte. Estas campañas fueron las primeras en usar la nave Boeing B-29 Superfortaleza en combate, que fue retirada en 1960.

Foto en blanco y negro de B-29s en Tinian, Islas Marianas, durante la segunda Guerra Mundial. Tres B-29s están despegando en una pista, mientras a la derecha se observa una fila de ellos estacionados y al fondo un cielo con nubes.
Durante la Segunda Guerra Mundial los E.E.U.U. usaron la isla pequeña de Tinian para el despliegue de B-29 Superfortalezas. Créditos: Agencia de Investigación Histórica de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, CC BY 2.0

Este modelo de nave, las B-29s, fueron apresuradas a entrar en acción sobre el Pacífico, y muchas se estrellaron al despegar por tener turbocompresores que se sobrecalentaban. El Proyecto Recover pudo identificar 13 aviones estrellados conectados con 76 sujetos perdidos en una área del océano que media entre 93 kilómetros cuadrados con uso de informes de tripulaciones aéreas extraviadas y otros archivos personales.   

Terrill tenía esto en mente cuando se dirigió hacia Guam con un equipo de 11 personas a finales de febrero a bordo del R/V Kilo Moana para buscar los restos de la GMII entre Tinian y Saipan, una de las más grandes islas de las Islas Marianas del Norte.

Durante la expedición, el equipo exploró 500-600 metros bajo el mar con el uso de sistemas de sonda de barrido lateral operados por dos REMUS 600 VSAs. Una vez localizados objetos de interés, el equipo envió un vehículo más pequeño operado remotamente y equipado con una cámara de alta resolución.

De acuerdo con un miembro del equipo, Andrew Pietruszka, un arqueólogo submarino de UCSD, el grupo localizó dos aeronaves pero ninguna parecía ser B-29. Una avioneta se reconocía como nave de la era de la GMII de los E.E.U.U. pero la identificación de la otra quedaba menos clara; podría ser estadounidense o japonesa, según el grupo de investigación.

UN vehículo A REMUS 600 de color amarillo parcialmente sumergido en el mar.
Investigadores usaron un vehículo REMUS 600, puesto en el agua después de ser desplegado del R/V Kilo Moana, para explorar sitios de destrucción de la Segunda Guerra Mundial a profundidades de hasta 600 metros. Crédito: UC San Diego

Un viaje largo para encontrar el cierre

“Normalmente estaríamos extáticos si fuéramos hacer un estudio y encontraramos dos nuevas aeronaves. Pero yo creo que nos sentimos un poco decepcionados porque no encontramos ninguna de las B-29”, dijo Pietruszka. La alta marea había planteado desafíos y al equipo le gustaría regresar a este sitio una vez asegurada la financiación. Todos los hallazgos serán compartidos con la oficina de preservación histórica de las Islas Marianas del Norte. “Esta es la historia de ellos al igual como es la de nosotros, están entrelazadas”, él dijo.

Después de que el equipo de científicos del Proyecto Recover han identificado los aviones con el uso de los números en la cola aeronáutica y otras pistas, la recuperación de los restos humanos es realizada por un grupo de buceadores bajo la dirección de la Defense POW/MIA Accounting Agency (DPAA). Dadas las sensibilidades y complejidades legales, pueden pasar años hasta que el estado de una persona cambie de persona desaparecida en combate.

Pero estos esfuerzos pueden valer la pena. En el año 2020, el trabajo del Proyecto Recover ayudó a que la DPAA completara su primera recuperación en aguas vietnamitas con la ayuda de organizaciones no gubernamentales. El Mayor de la Fuerza Aérea de los E.E.U.U. Paul A. Avolese, quién falleció durante la Guerra de Vietnam, fue identificado y luego sepultado el 24 de julio del 2021.

Dice Pietruszka, que anteriormente trabajaba para DPAA, que espera que empiecen a usar VSAs como parte de los procesos de recuperación para acceder a lugares inaccesibles para los buceadores. Avances recientes en aprendizaje automático podrían ayudar a sistemas autónomos a identificar los restos de aviones y fragmentos de huesos en expediciones con baja visibilidad. Sobre todo, nuevas tecnologías pueden ser usadas para explorar sitios culturales; en el 2021, el mismo equipo de Proyecto Recover uso técnicas para detectar barriles de DDT (dicloro difenil tricloroetano) en un basurero cerca de la costa de Los Angeles.

—James Dacey (@jamesdacey), Escritor de ciencia

This translation by Mariela Garcia Arredondo (@DraSuelosMari) and edited by Daniela Navarro Perez (@DanJoNavarro) was made possible by a partnership with Planeteando. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando.

Text © 2022. The authors. CC BY-NC-ND 3.0
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