Fuente: Geophysical Research Letters
This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.
Una gran parte del suministro de agua dulce mundial viene del agua subterránea. Estos reservorios subterráneos de agua, los cuales están almacenados en suelos y acuíferos, alimentan ríos, mantienen tierras agrícolas y proveen de agua potable a cientos de millones de personas.
Por esa razón, los investigadores quieren entender qué tan rápido el agua superficial repone, o “recarga”, los depósitos de agua subterránea. Pero hacer planes es más fácil que realizar la tarea de medir un recurso vasto, fluido y subterráneo. En un nuevo estudio, Berghuijs et al. encontraron que las tasas de recarga podrían ser dos veces más altas que estimaciones previas.
El grupo de investigación produjo un modelo actualizado de la recarga de agua subterránea usando una síntesis global reciente de mediciones regionales de agua subterránea.
Encontraron que un sólo factor, la aridez climática, estimaba con precisión qué tanto de la precipitación chorreaba hacia el subsuelo alrededor del mundo: las regiones áridas tenían tasas de recarga más bajas que las húmedas. Los resultados del modelo basado en la aridez reflejaron muy de cerca las mediciones de campo e indicaron que los modelos previos subestimaron en gran medida las tasas de recarga.
Este hallazgo tiene implicaciones para el ciclo del agua, dijeron los autores. Por ejemplo, el agua subterránea probablemente contribuye más al flujo de los ríos y el uso de agua de las plantas que lo que modelos previos estimaron. Esto podría escalar a afectar el ecosistema entero.
Aunque el agua subterránea podría recargarse más rápidamente de lo esperado, el equipo advierte que esta es sobreexplotada en muchos lugares, especialmente en las regiones áridas. La disminución de agua subterránea amenaza la seguridad hídrica en estas regiones, dijeron, y el impacto del cambio climático aún no se sabe. (Geophysical Research Letters, https://doi.org/10.1029/2022GL099010, 2022)
—Rachel Fritts, Escritora de ciencia
This translation by Anthony Ramírez-Salazar (@Anthnyy) was made possible by a partnership with Planeteando. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando.