Claude Monet’s painting Houses of Parliament, Sunlight in the Fog (1904).
Claude Monet estaba fascinado por el esmog del Londres de principios de siglo, una atmósfera que se refleja en sus pinturas del Parlamento de Londres (1904). Crédito: Musée d’Orsay

This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.

Blue circle with white text reading "Visit Teach the Earth for classroom activities to pair with this ENGAGE article." "Teach the Earth" is a logo with lines and triangles depicting mountains above the words and a shape denoting waves below them.

Los pintores impresionistas del siglo XIX eran famosos por capturar la vitalidad de una escena y la naturaleza efímera de la luz, en vez de reproducir meticulosamente cada uno de los detalles en una composición. Pero un nuevo estudio presentado en la Reunión de Otoño de la AGU 2022 sugiere que las tendencias hacia los contornos nebulosos y paletas más claras como las encontradas en los trabajos de J. M. W. Turner y Claude Monet podrían, de hecho, ser representaciones precisas de los efectos ópticos asociados a la contaminación del aire.

Los Impresionistas (influenciados por Turner e ejemplificados por Monet) se interesaban en los avances científicos contemporáneos y, con frecuencia, pintaban al aire libre para capturar el mundo bajo su verdadera luz. Pero sus paletas de colores y sus técnicas de pintura—pinceladas visibles con representación mínima de la forma—se han atribuido ampliamente a una elección estilística. Esta nueva investigación, dirigida por Anna Lea Albright en el Laboratorio de Meteorología Dinámica de la Universidad Sorbona y la École normale supérieure, sugiere que los impresionistas podrían haber sido más fieles a la realidad meteorológica de lo que pensábamos.

AGU Fall Meeting 2022: Science Leads the Future

El estudio se centra en Turner y Monet, artistas icónicos que frecuentemente pintaban paisajes urbanos seriados en Londres y París, zonas urbanas que sufrieron un incremento de contaminación en el aire durante la Revolución Industrial. “No pretendemos decir que estos artistas solamente fueron instrumentos que retrataban pasivamente su ambiente, eso restaría importancia a su evidente genio creativo. La idea principal es que el cambio en el ambiente propició nuevos impulsos creativos, nuevas formas de ver”, comentó Albright, quien realizó la investigación junto con Peter Huybers, un profesor de ciencias de la Tierra y planetarias de la Universidad de Harvard.

Londres se convierte en “La gran Niebla”

Primero, Albright y Huybers estimaron los niveles de contaminación del aire durante los periodos más activos de Turner y Monet. Dado que el monitoreo regular de la calidad del aire comenzó hasta mediados del siglo XX, los investigadores utilizaron los inventarios de combustible como un indicador.

En Gran Bretaña, la Revolución Industrial estaba cobrando fuerza para la década de 1830. El dióxido de sulfuro (SO2), producido por la quema de carbón, estaba contaminando el aire, particularmente en Londres, en donde las concentraciones incrementaron a lo largo del siglo XIX. En París, los niveles de SO2 aumentaron sólo hasta la segunda mitad del siglo XIX, y los niveles máximos nunca fueron tan altos como en Londres.

Se sabe que la contaminación afecta la visibilidad en las calles, por lo que el grupo de Albright utilizó análisis de imágenes para evaluar la claridad y la paleta de colores de las pinturas de Turner y Monet. La técnica de los investigadores primero requería tomar una fotografía de alta definición de una pintura y convertirla en una matriz de datos, básicamente un conjunto de números que corresponden a diferentes colores. Después utilizaron un análisis matemático de ondículas para determinar qué tan nítidos son los bordes entre diferentes colores a diferentes escalas. Los modelos de color ayudaron a determinar la “nebulosidad” de la imagen.

Los investigadores estudiaron 60 pinturas al óleo pintadas por Turner en el periodo de 1796 a 1850, y 38 pinturas de Monet datadas entre 1864 y 1901, después de calibrar previamente la técnica utilizando fotos de ciudades actuales en condiciones despejadas y con contaminación.

A mediad que aumentaban los niveles de contaminación, los estilos de ambos artistas evolucionaron de formas más claramente definidas a bordes más difusos y paletas de color más claras. Esta tendencia fue consistente incluso después de que los investigadores tomaran en cuenta factores como el tema o la hora del día. Este mismo modelo encontró tendencias similares en pinturas de Londres y París hechas por otros artistas, incluidos Camille Pissarro, James McNeill Whistler, y Gustave Caillebotte.

“Turner nació en la era de la navegación a vela, y murió en la era del carbón y el vapor”, dijo Albright, quien cree que la industrialización influenció no sólo lo que Turner pintaba, sino también cómo lo pintaba. Comentó que esta influencia es, tal vez, mejor ilustrada en Lluvia, vapor y velocidad (1844), una escena frenética que representa un tren atravesando un puente en medio de un paisaje dorado, con una liebre corriendo por la vía.

J.M.W. Turner’s painting Rain, Steam, and Speed (1844)
Lluvia, vapor y velocidad (1844), de J. M. W. Turner, podría ser un reflejo del aumento de contaminación del aire en Gran Bretaña, además del precursor estilístico para el impresionismo. Crédito: The National Gallery (UK), CC BY-NC-ND 4.0

Monet, el buscador de esmog

Las primeras pinturas de Monet eran tradicionalmente simbólicas. Su estilo se volvió cada vez más impresionista, a medida que los lugares en los que pintaba se volvían cada vez más contaminados.

Albright comenta que el trabajo de Monet, completado generaciones después de Turner, podría ciertamente representar una versión amplificada de las tendencias de contaminación reales porque se sabe que el artista francés buscaba el esmog londinense para sus pinturas etéreas del Parlamento de Londres y otros monumentos.

“Las fuentes artísticas y literarias nos dan pistas acerca de la percepción social que no se encuentran en las mediciones simples.”

Peter Brimblecombe, científico ambiental de la Universidad de East Anglia y autor de The Big Smoke, comentó que se tomaron algunas mediciones de la composición del aire y la lluvia a partir de mediados del siglo XIX en Londres, pero los pintores y escritores puedes ayudar a rellenar las lagunas esporádicas en los registros. “Las fuentes artísticas y literarias nos dan pistas acerca de la percepción social que no se encuentran en las mediciones simples”, comentó Brimblecombe, quien no estuvo involucrado en este nuevo estudio.

Donald Olson, quien se ha ganado el sobrenombre de “detective celeste” por investigar misterios del arte usando datos astronómicos, está de acuerdo. “Conocer los detalles del lugar, la fecha, la hora, el clima y las condiciones del cielo de cuando los artistas crearon sus obras de arte nos proporciona la oportunidad de tener una experiencia imaginativa” dijo Olson, astrofísico de la Universidad Estatal de Texas, quien no estuvo involucrado en esta nueva investigación. “La ciencia acerca al lector moderno al momento de la creación o a la persona que admiran.”

Albright le gustaría ampliar el alcance de su investigación, estudiando la influencia de la contaminación en el arte contemporáneo en grandes ciudades, como Beijing y Delhi. También comentó que con los avances en la tecnología para el análisis de imágenes, estas podrían ayudar a estimar los niveles de contaminación en imágenes y videos, ofreciendo información complementaria para ubicaciones donde no se tienen datos directos de monitoreo del aire.

—James Dacey (@JamesDacey), Escritor de ciencia

This translation by Paula Lopez (@LopezLopzc) was made possible by a partnership with Planeteando. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando.

This news article is included in our ENGAGE resource for educators seeking science news for their classroom lessons. Browse all ENGAGE articles, and share with your fellow educators how you integrated the article into an activity in the comments section below.

Text © 2023. The authors. CC BY-NC-ND 3.0
Except where otherwise noted, images are subject to copyright. Any reuse without express permission from the copyright owner is prohibited.