Fuente: Global Biogeochemical Cycles
This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.
Por medio de la quema de combustibles fósiles, deforestación y otras actividades industriales y agrícolas, la humanidad ha incrementado el nivel de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera a más de 415 partes por millón. Esta concentración de CO2 representa un aumento de 135 partes por millón con respecto a la época preindustrial, que terminó a finales del siglo XVIII. A menudo se asume que el incremento de CO2 atmosférico se debe únicamente a las emisiones de CO2 de origen antropogénico, pero un estudio reciente desafía esta suposición.
Para investigar la narrativa históricamente aceptada sobre el destino del carbono emitido antropogénicamente, los investigadores Holzer y DeVries distinguieron la naturaleza del CO2 a medida que era emitido y lo rastrearon utilizando un modelo de circulación oceánica con asimilación de datos. Este método les permitió investigar los cambios en los almacenes de carbono oceánico atmosférico, y además, cuantificar la fracción de estos cambios atribuible al carbono antropogénico y al carbono natural. El modelo siguió la travesía del carbono total emitido desde el año 1780 hasta el año 2020 con una técnica de etiquetado conocida en inglés como linear labeling tracers. Esta técnica se ha utilizado en otras aplicaciones, pero nunca para rastrear el carbono antropogénico.
El modelo reveló que únicamente el 45% del incremento en el carbono atmosférico en los últimos siglos fue originado por emisiones antropogénicas. El otro 55% tiene su origen en la desgasificación natural del océano. Los investigadores también encontraron que el océano ha acumulado casi el doble del carbono emitido que se creía anteriormente.
La química de los carbonatos del agua de mar es el mecanismo responsable de la desgasificación del océano. A medida que el carbono inorgánico disuelto se acumula en el océano, el CO2 gaseoso que fue disuelto antes de la revolución industrial es liberado hacia la atmósfera. Según el modelo, para el año 2020 el océano habría perdido una molécula de CO2 preindustrial por cada 2.2 moléculas de CO2 antropogénico absorbidas. En otras palabras, desde el año 1780, el océano ha liberado hacia la atmósfera aproximadamente 160 petagramos de carbono natural, mientras que ha absorbido 350 petagramos de carbono antropogénico. La diferencia resulta en un incremento neto de cerca de 190 petagramos de carbono en el almacén de carbono oceánico.
El equipo resalta que sus resultados no contradicen las estimaciones previas relativas a la influencia antropogénica en el balance global de carbono. Más bien, cuantifican dónde termina almacenado el carbono emitido antropogénicamente, e ilustran que la técnica de linear labeling tracers es una herramienta efectiva y poderosa para cuantificar el impacto de procesos no lineales en el sistema climático. (Global Biogeochemical Cycles, https://doi.org/10.1029/2022GB007405, 2022)
—Aaron Sidder, Escritor de ciencia
This translation by Ana Franco was made possible by a partnership with Planeteando. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando.