Source: Geophysical Research Letters
This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.
El 15 de enero de 2022 la erupción subacuática del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha’apai desencadenó un tsunami que aplastó edificios, desplazó residentes y resultó en al menos cuatro muertes a lo largo de las islas de Tonga. La poderosa explosión envió ondas a través de la atmósfera y océanos terrestres, con olas de tsunamis causando daño adicional y miles de damnificados a miles de kilómetros, incluyendo dos muertes en Perú.
Investigadores de todo el mundo han estado estudiando y aprendiendo de este catastrófico evento. Ahora, Schoeberl et al. desvelaron una faceta del destino de una cantidad de agua nunca antes vista, de hasta 150 teragramos o 150,000,000,000 kilogramos, lanzada a la atmósfera por la erupción.
El vapor de agua fue parte de la gran pluma de cenizas, gases y vapor que en su punto más alto alcanzó los 58 km. Meses después de la erupción, los elevados niveles de agua y partículas de aerosoles ricas en sulfuro permanecieron estratificadas en la atmósfera.
Para aclarar cómo estas capas de vapor de agua y aerosoles se formaron y evolucionaron con el tiempo, los investigadores usaron datos colectados del 15 de enero al 1 de julio de 2022 por el instrumento Microwave Limb Sounder de la NASA que está en el satélite Aura. También desarrollaron un modelo que incorpora varios factores, incluyendo temperaturas tropicales atmosféricas, para simular el destino del vapor de agua.
Su análisis sugiere que después de la erupción, el vapor de agua y aerosoles de sulfato estratosféricos empezaron a separarse, formando dos capas distintas pero superpuestas para mediados de febrero. Estas capas continuaron separándose para finales de junio, con el vapor de agua levantándose de una manera consistente con una velocidad remanente hacia arriba y con los aerosoles asentándose gravitacionalmente. Un resultado sorprendente fue que los aerosoles medio-estratosféricos y el vapor de agua de la erupción se quedaron en el hemisferio sur por 5.5 meses, con muy poco material moviéndose al norte del ecuador.
Los datos también revelaron que el desarrollo de una disminución anómala de 3 a 4 kelvin de temperatura en la estratosfera media entre Marzo y Abril, lo que parecer haber sido causado por los efectos de enfriamiento por infrarrojo del vapor de agua.
Los investigadores sugieren que las grandes altitudes de la columna eruptiva ayudan a explicar por qué otras erupciones volcánicos recientes no han enviado tanto vapor de agua a la estratosfera como lo hizo el Hunga Tonga-Hunga Ha’apai (Geophysical Research Letters, https://doi.org/10.1029/2022GL100248, 2022)
—Sarah Stanley, Escritora de ciencia
This translation by Anthony Ramírez-Salazar (@Anthnyy) was made possible by a partnership with Planeteando. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando.